INGENIERIA EN INNOVACION AGRICOLA SUSTENTABLE.
EDAFOLOGIA
ING.JESUS GUADALUPE JARAMILLO RIVERA.
MARIA LUISA NIETO CASAS
SEPTIEMBRE 2012.
Edafología
Concepto:
Es una ciencia joven que trata sobre el
estudio del suelo. Aparece al final del siglo pasado, si bien se constituye
como tal en la "IV Conferencia Internacional sobre Pedología"
celebrada en Roma en 1924 de la que nace la "Sociedad Internacional de
Ciencia del Suelo", cuyo primer Congreso se celebra en Washington en 1927.
Su nombre viene del griego 'edaphos' que significa
superficie de la tierra, en contraposición de "geos" que denomina al
cuerpo cósmico. Estudia el suelo desde todos los puntos de vista: su
morfología, su composición, sus propiedades, su formación y evolución, su
taxonomía, su distribución, su utilidad, su recuperación y su conservación.
1 GENESIS DEL SUELO
1.1
GENESIS DEL UNIVERRSO Y DEL SISTTEMA SOLAR.
El siglo veinte fue un siglo crucial
para el planeta Tierra. Durante los últimos cien años las ciencias naturales y exactas
hicieron un paso gigantesco en su desarrollo. Este avance científico provocó un
progreso muy grande en la tecnología moderna. Cien años es un lapso de tiempo
muy corto, prácticamente es la duración de una vida humana, pero en esto corto
tiempo la ciencia y la tecnología avanzan muchísimo.
Cien años atrás la electricidad
apenas entraba a nuestras vidas, era la época del comienzo del automovilismo,
de la aviación, de la telefonía etc., pero al final del siglo veinte ya se
habían desarrollado no solo la aviación sino también los vuelos espaciales, las
comunicaciones satelitales, las cirugías de transplante de órganos, y los
estudios de genoma humana. Gracias a la tecnología moderna se ha incrementado
significativamente el nivel de vida de los seres humanos en los países
desarrollados.
Con cada descubrimiento científico
damos un paso adelante en la comprensión del funcionamiento de la materia, pero
hay que estar conscientes que cuanto más aprendemos nos falta mucho más por
descubrir.
La ciencia no va por un camino
directo, lo que hoy nos parece muy claro, justificado matemáticamente, mañana
puede ser reemplazado por otra idea aún más atrevida y más real. Los logros
científicos y los avances tecnológicos han colocado la ciencia terrenal en un
pedestal sin precedentes. En la mente del ser humano del siglo veintiuno reina
la idea de que lo que no es aprobado por la ciencia y por los cálculos
matemáticos no es la verdad. La mayoría de los científicos contemporáneos son
muy dogmáticos, ellos no se dan cuenta que las ciencias exactas pueden
describir únicamente los procesos materiales en nuestro planeta.
En el nuevo acelerador de partículas
elementales que comenzó a funcionar en el sur de Francia, los físicos tratan de
confirmar experimentalmente los cálculos de la teoría Big Band, ignorando
aparentemente que ningún experimento, ni los más avanzados cálculos matemáticos
pueden describir la aparición del Universo, ya que el Universo no es mecánico,
ni hecho solamente de la materia conocida por nosotros. El Universo está
integrado por energías y sustancias aún desconocidas todavía en nuestro
planeta.
El Libro de Urantia nos enseña: “El
universo no es ni mecánico ni mágico, es una creación de la mente y un
mecanismo de la ley. El universo está planificado por la mente, hecho por la
mente y administrado por la mente, pero el mecanismo divino del universo, de
los universos es demasiado perfecto para que los métodos científicos de la
mente finita del hombre puedan discernir, aunque fuera una huella del dominio
de la mente infinita. Esta mente creadora, controladora y sostenedora, no es ni
mente material ni mente de criatura; es mente de espíritu, que funciona en, y a
partir de los niveles creadores que pertenecen a la realidad divina”. p. 482
En los documentos del Libro de
Urantia se explica la aparición inicial de la materia, una afirmación que no
tiene respuesta en los cálculos de la teoría de Big Band. Así mismo en el Libro
está descrita la construcción del Universo por etapas, la transformación de la
energía paradisíaca en la materia y la formación de cuerpos espaciales a partir
de las nebulosas.
EL CENTRO DE LA CREACION
Los documentos del Libro de Urantia
describen la estructura del Universo integrado por diferentes niveles cósmicos.
En el centro geográfico de toda la creación se encuentra la Isla Eterna del
Paraíso, el cuerpo cósmico más gigantesco del Universo Maestro. El Paraíso no
es esférico, es un elipsoide plano diferente de todos los otros cuerpos
cósmicos. El Paraíso es una isla estacionaria fuera del espacio y del tiempo,
por esta razón sus áreas son absolutas y útiles para propósitos múltiples más
allá de la mente mortal, p. 118
Fig. 1. La Isla del Paraíso.
El Paraíso es la referencia fundamental para establecer las direcciones
geográficas: norte, sur, este y oeste del Universo. La Isla Central es
esencialmente plana y se divide en tres ámbitos de actividad: 1. El Paraíso
Superior, 2. El Paraíso Periférico y 3. El Paraíso Bajo, fig. 1
El Paraíso Superior es la morada del
Padre Universal, del Hijo Eterno y del Espíritu Infinito. El Paraíso Periférico
en parte se utiliza como punto de llegada y salida de la superna fines de
transporte y de otros viajeros. Se encuentra allí también las siete estaciones
de transmisión de determinadas energías del Paraíso para los siete Súper
universos. La Isla es suficientemente extensa para dar cabida a las actividades
paradisíacas incomprensibles para la mente humana. p. 121
En la figura 1 se presenta
esquemáticamente la Isla del Paraíso, sus dimensiones no son reveladas, solo indican
una relación de proporciones donde el diámetro mayor del elipsoide es más
grande en una sexta parte que el diámetro menor del mismo. La sustancia
fundamental del Paraíso es una organización homogénea de potencial espacial que
no se encuentra en ninguna otra parte del vasto universo. Esta sustancia lleva
el nombre “Absolutum”. “El material del Paraíso no está ni muerto ni vivo; es
la expresión original no espiritual del Padre Universal, es Paraíso y el
Paraíso no tiene duplicado”, p. 120
El Paraíso Bajo genera una sustancia
pura que después de muchas transformaciones se convierte en la Energía
Universal, base de toda la materia cósmica. La zona central del Paraíso Bajo
actúa como un corazón gigantesco cuyas pulsaciones dirigen las corrientes de la
energía espacial hacia los límites más exteriores del espacio físico. Todas las
formas y fases de esta energía viajan en circuitos determinados por todo el
Universo y regresan a través de rutas definidas al Paraíso. El período de la
circulación de esa energía toma más que mil millones de años ( 109 años ) de
tiempo de Urantia.
La Isla del Paraíso posee una
gravedad central que se denomina gravedad absoluta. Bajo su
influencia se encuentran todos los cuerpos espaciales y las energías
universales. La gravedad absoluta opera en los circuitos elípticos de
diferentes niveles espaciales de la creación universal. Todas las realidades
cósmicas y cuerpos físicos, realizan un movimiento alrededor del Paraíso,
circulando en una gran elipse. La gravedad absoluta ó la gravedad del Paraíso
es desconocida en nuestro planeta. La gravedad que conoce la física terrenal se
llama la gravedad lineal ó local. “La gravedad local ó lineal pertenece a la
etapa eléctrica de la energía ó la materia; opera dentro del Universo Central
en los Superuniversos y los Universos Exteriores, donde quiera que haya tenido
lugar una adecuada materialización”. p. 125
Alrededor del Paraíso se encuentran
los tres anillos de siete esferas cada uno, que giran en dirección de las
manecillas del reloj. El primer circuito de siete esferas pertenece al Padre
Universal, el segundo al Hijo Eterno y el tercero al Espíritu Infinito.
ESPACIOS OCUPADOS Y DESOCUPADOS
fig.2. Espacio ocupado y espacio desocupado
El espacio que se origina después del Paraíso se divide en dos partes:
Espacio ocupado y Espacio desocupado, fig. 2. El espacio ocupado se extiende
horizontalmente con respecto al Paraíso en dirección norte-sur, y contiene
todos los universos materiales y las energías espaciales. El espacio ocupado
comprende el Universo Central Habana, los Siete Superuniversos y cuatro niveles
del espacio exterior. El espacio desocupado es vertical y se extiende de este a
oeste, no está ocupado por ninguna fuerza ó energías, tampoco materias, poderes
ó presencias que existen en el espacio ocupado, fig. 2.
Para intentar imaginar el perfil de
volumen de estas reservas espaciales, se puede pensar en un reloj de arena ó
cruz Maltesa. fig. 3
Los espacios ocupados y desocupados
están en permanente respiración. Cuando los universos de la extensión
horizontal del espacio ocupado se expanden, el espacio desocupado vertical se
contrae y viceversa. Los ciclos de expansión-contracción del espacio son de
aproximadamente dos mil millones de años (2 x 109 años), p. 123
Fig.3. La cruz Maltesa
Las pulsaciones del centro del Paraíso Bajo que regulan la salida y
entrada de energía espacial están sincronizadas con los ciclos de
expansión-contracción del espacio. En el siglo XXI el espacio ocupado se está
aproximando a un punto medio de la fase de expansión, en tanto el espacio
desocupado se aproxima al punto medio de la fase de contracción. Los límites
extremos de ambas extensiones espaciales están ahora aproximadamente
equidistantes del Paraíso. En la figura 2 se puede ver, que entre los espacios
ocupados y desocupados existen otros espacios quiescentes que los separan.
Las mediciones que hizo el físico
Edwin Hubble en el año 1929, acerca del alejamiento de las galaxias, pueden ser
observaciones de la respiración del espacio ocupado.
LOS NIVELES ESPACIALES DEL UNIVERSO
MAESTRO
“El Universo de Universos no es un
plano, un cubo ó un círculo ilimitado; ciertamente tiene dimensiones. Las leyes
de la organización y administración físicas prueban concluyentemente que la
fuerza, energía y la materia funcionan en último término como una unidad
espacial, como uno solo organizado y coordinado. La prueba final de un universo
tanto circular como delimitado está en el hecho de que todas las formas de
energía y de la materia giran siempre alrededor de la senda curva de los
niveles espaciales del Universo Maestro, obedeciendo a la atracción incesante y
absoluta de la gravedad del Paraíso ”, p. 128
Fig.4. Seis niveles espaciales del Universo Maestro
Los sucesivos niveles espaciales del Universo Maestro constituyen las
divisiones principales del espacio ocupado una creación total, ó parcialmente
organizada y habitada, ó para ser organizada y habitada en un futuro. El
Universo Maestro está compuesto por una serie de niveles espaciales elípticos,
alternados con zonas de relativo reposo. La energía y la materia siempre giran
siguiendo las trayectorias de los grandes circuitos elípticos espaciales, fig.
4
Partiendo del Paraíso a través de la
extensión horizontal del espacio ocupado, el Universo Maestro existe en seis
elipses concéntricas, que son los niveles espaciales que rodean la Isla
Central:
1. El Universo
Central-Havona
2. Los siete
Superuniversos
3. El primer nivel del
espacio exterior I
4. El segundo nivel
del espacio exterior II
5. El tercer nivel del
espacio exterior III
6. El cuarto nivel del
espacio exterior IV
Todos los seis niveles espaciales con
sus energías organizadas en materia de cuerpos cósmicos ó no organizadas
realizan un movimiento circular alrededor del Paraíso. El movimiento de cada
nivel es opuesto al del nivel vecino. El Universo Central Havona circula en la
dirección de las manecillas del reloj, los siete Superuniversos giran en la
dirección opuesta, el primer nivel del espacio exterior circula en el sentido
de las manecillas, el siguiente en la dirección al contrario, y así
sucesivamente como se puede observar en la figura 4.
EL UNIVERSO CENTRAL HAVONA
Fig.5. Universo Central Havona
El Universo Central Havona fue creado directamente por el Padre
Universal y el Hijo Eterno, no hay registros de su creación, p. 152. Este
Universo es perfecto, tanto en construcción física, como en la creación de los
seres espirituales, seres perfectos que no necesitan evolución. Havona es un
universo construido en un basto plano y posee mil millones (109 ) planetas
habitados , que no necesitan soles para su calentamiento, fig. 5
Los mil millones de mundos de Havona,
están dispuestos en siete circuitos concéntricos que rodean directamente los
tres anillos de veintiún satélites del Paraíso. Hay más de treinta y cinco
millones ( 35.106 ) de mundos en el primer circuito interior de Havona y más de
doscientos cuarenta y cinco millones
( 245.106 ) en el séptimo circuito exterior. El número de los mundos aumenta proporcionalmente del circuito interior al exterior, donde cada uno contiene treinta y cinco millones (35.106) mundos más que el circuito anterior. Los anillos planetarios de Havona no están sobrepuestos. Havona gira alrededor de la Isla estacionaria del Paraíso en un basto plano, en la dirección de las manecillas del reloj.
( 245.106 ) en el séptimo circuito exterior. El número de los mundos aumenta proporcionalmente del circuito interior al exterior, donde cada uno contiene treinta y cinco millones (35.106) mundos más que el circuito anterior. Los anillos planetarios de Havona no están sobrepuestos. Havona gira alrededor de la Isla estacionaria del Paraíso en un basto plano, en la dirección de las manecillas del reloj.
Desde el punto de vista físico los
circuitos de Havona y del Paraíso constituyen un solo sistema; su separación
responde al reconocimiento de una segregación funcional y administrativa. Las
numerosas masas oscuras que rodean al Universo Central Havona en dos anillos
elipticos, fig. 5, son totalmente diferentes de los agujeros negros. Estos
cuerpos de gravedad no reflejan ni absorben la luz; no reaccionan a la luz como
una energía física y rodean y envuelven completamente a Havona como para
ocultarla de la vista, incluso de los universos habitados cercanos que se
encuentran en el siguiente nivel espacial. El cinturón interior de cuerpos
oscuros gira en sentido contrario a las manecillas del reloj, y el cinturón
exterior en el sentido de las manecillas. Estas direcciones alternadas de
movimiento combinadas con la extraordinaria masa de los cuerpos oscuros,
equilibran tan eficazmente las líneas de gravedad de Havona como para convertir
el universo central en una creación físicamente equilibrada y perfectamente
estabilizada, p. 153
El cinturón interior de los cuerpos
oscuros de gravedad tiene una disposición tubular. El circulo exterior de los
cuerpos oscuros de enorme gravedad está dispuesto perpendicularmente, y es diez
mil veces ( 104 ) más alto que el circuito interior. El diámetro longitudinal
es cincuenta mil veces ( 50.103 ) mayor que el diámetro transversal del
circuito exterior de este cinturón de cuerpos oscuros. La vida y las
actividades de los seres perfectos del Paraíso y del Universo Central Havona
son incomprensibles para la mente humana.
LOS SIETE SUPERUNIVERSOS
Fig.6. Siete Superuniversos del espacio y tiempo.
Fuera del Universo Central Havona existen los Siete Superuniversos del
espacio y tiempo, que se encuentran en el primer nivel espacial post-Havona,
fig. 6. Al comienzo de la materialización de la creación universal se formuló
el esquema séptuple de la organización y del gobierno de superuniversos para
este nivel espacial. La primera creación post-Havona fue dividida en siete
segmentos estupendos que se llamaron Superuniversos. Primero se diseñaron y se
construyeron los mundos arquitectónicos que son las sedes centrales de los
Superuniversos. El Paraíso, el universo central Havona y los Siete
Superuniversos constituyen el Gran Universo. El Gran Universo y los
cuatro espacios exteriores llevan el nombre de Universo Maestro,
fig. 4. El actual esquema de administración ha existido desde la eternidad, y
los gobernantes de los siete Superuniveros se llaman justamente los Ancianos de
los Días.
Los siete Superuniversos atraviesan
un gran elipse, un gigantesco circulo alargado, que se mueve en la dirección
contraria de las manecillas del reloj, bajo la gravedad absoluta del Paraíso.
La posición actual de los siete superuniversos está mostrada en la figura 6,
cuya descripción se revela en la p. 165. Nuestro planeta Tierra-Urantia se
encuentra en el séptimo Superuniverso denominado Orvonton. Cada Superuniverso
contiene cien mil Universos Locales. Nuestro universo local lleva el nombre
Nebadón, por el nombre del hijo Creador del Padre Universal Miguel de Nebadón,
quien es el creador de nuestro universo local.
CREACION DE LOS SIETE SUPERUNIVERSOS
Los siete Superuniversos fueron
planificados por los Arquitectos Paradisíacos y construidos por etapas
comenzando desde el centro cósmico hacia fuera. El espacio ocupado por los
siete superuniversos es inmenso y su construcción aún no ha terminado, p. 467.
La creación de los Universos de
espacio y tiempo es tan compleja que no puede ser calculada por los métodos de
la matemática moderna. Tampoco la física contemporánea puede explicar la
aparición de cuerpos cósmicos, tales como soles, planetas, agujeros negros
etc., debido a que no conoce las energías universales, a través de las cuales
se materializan las primeras partículas elementales, que llevan a la formación
de la materia y de los cuerpos celestes.
La comisión celestial asignada para
los escritos del Libro de Urantia decidió utilizar algunos términos de física
terrenal, para poder explicar en forma aproximada la formación del Universo.
Esta comisión celestial utiliza los términos de la física ya que a través de
ellos en la mente humana aparece una comprensión acerca de los conceptos
cósmicos que nos permite entender los métodos divinos de la creación. Los
procesos celestiales de la creación física son extremadamente complejos y
siguen siendo desconocidos para las ciencias actuales como la física, la astronomía
y la cosmología, pero el Libro de Urantia dice que es posible explicar a la
mente humana la creación de los universos en un nivel de comprensión bastante
adecuado.
Los siete Superuniversos se denominan
Universos del espacio y tiempo porque fueron creados por el método llamado la técnica
del espacio-tiempo. Un Mensajero Poderoso nos explica los procesos de este
método, ellos son unos fenómenos paradisíacos bien complejos y para su
comprensión es necesario introducir algunos conceptos cósmicos, p. 469. Los
nuevos conceptos que introduce el Libro de Urantia para la explicación de esta
técnica son:
1. ABSOLUTA ó
Potencial Espacial: Es una prerealidad cósmica, es el dominio del Absoluto no Cualificado.
Los fenómenos que nacen en el Paraíso Bajo comprenden tres zonas de presencia y
actuación de la “fuerza absoluta ó fuerza primordial”. Estas tres zonas se
presentan como tres círculos concéntricos de la realidad cósmica. El potencial
espacial, ABSOLUTA, lo modifican unos seres especiales denominados
Organizadores de la Fuerza Primarios. Para poder crear un nuevo universo local,
el espacio cósmico debe estar “preparado”. Bajo los fenómenos del Paraíso, en
esta parte del universo, surge EL POTENCIAL ESPACIAL ó ABSOLUTA, que después de
muchas transformaciones llega a convertirse en la Energía Universal, p.469.
2. SEGREGATA ó Fuerza
Primordial: es el primer cambio básico del potencial espacial, ABSOLUTA.
Organizadores de la Fuerza Primarios, activan el potencial espacial, lo
transforman en la fuerza primordial y ella a su vez es capaz de reaccionar al movimiento
inicial que activa el Padre Universal, p. 329.
3. ULTIMATA ó Energías
Emergentes: la fuerza primordial SEGREGATA pasa por dos etapas de transformación,
antes de que aparezca como Energía Universal. Estas dos etapas se denominan:
Energía de la Fuerza y Energía de la Gravedad.
a) Energía de la
fuerza: es una energía poderosamente direccional tensionada, la cual los
Organizadores de la Fuerza Primarios ponen en movimiento forzado. Desde el
principio esta energía no reacciona a la gravedad absoluta del Paraíso, pero
bajo las manipulaciones que producen los Organizadores de la Fuerza Primarios,
esta energía comienza a transformarse y poco a poco surge la respuesta inicial
a la gravedad Paradisíaca. A partir de este momento el manejo de la energía
pasa a otros seres especiales que se denominan Organizadores de la Fuerza
Trascendentales.
b) Energía de la
Gravedad: es una forma de energía que reacciona a la gravedad absoluta circular
paradisíaca y contiene el potencial de la energía universal de la cual surge
toda la materia cósmica. Los Organizadores de la Fuerza Trascendentales
continúan el cambio de la energía y rápidamente transforman la Energía de la
Fuerza en la Energía de la Gravedad que comienza el movimiento circular alrededor
del Paraíso. Además esta fase de la energía comienza a mostrar la sensibilidad
a la atracción de la gravedad lineal que es propiedad de la materia cósmica.
Estas fases de Energías, de la Fuerza y de la Gravedad tienen nombre ULTIMATA,
p. 470.
4. GRAVITA ó Energía
Universal : es una etapa de la transformación de la energía donde comienzan a
actuar los Directores de Energía Universal, los cuales manipulan a la ULTIMATA
y llevan esta energía a otro estado que se denomina, GRAVITA ó la Energía
Universal. Los Directores maduran esta Energía hasta el punto en que la Gravita
puede ser dirigida dentro de unos canales de energía para su distribución.
Gravita tiene treinta fases de existencia.
Además de los Directores de la
Energía Universal, existen otras entidades vivientes y semivivientes que
manejan distintas fases de energía, ellos son: los Centros del Poder y los
Controladores Físicos, estos últimos además saben manejar la antigravedad de la
materia. Las entidades vivientes son unos seres de difícil comprensión, algunos
no poseen voluntad, no eligen, pero sus funciones son muy inteligentes aunque
automatizados, ellos son unos seres altamente especializados, p. 471, p. 320.
La última fase de la transformación
de la energía Paradisíaca, que es la Energía Universal sirve a los múltiples
propósitos de los Creadores y es utilizada para la creación de los siete
Superuniversos y para la creación de los cuerpos físicos en los cuatro niveles
del espacio exterior. La metamorfosis del potencial espacial y la fuerza primordial
son un secreto de los Organizadores de la Fuerza y Directores de Energía
Universal, y este secreto no se revela a nadie, ni aún a los seres de origen
paradisíaco como los Mensajeros Poderosos. El proceso de manejo de energía
Paradisíaca tampoco es comprensible para los seres de altas órdenes, los seres
del orden de los Melquisedek han dominado este fenómeno como “Infinidades de
la Divinidad”. p. 471
Además de la Energía Universal, en el
Cosmos existen otras clases de energías que actúan en distintos niveles
espaciales, por ejemplo la energía del Universo Central Havona es totalmente
distinta a la Energía Universal de los Superuniversos, se denomina TRIATA,
que es diferente del potencial espacial y la fuerza primordial. Havona es un
universo material, pero la materia que tiene Universo Central es totalmente
distinta a la materia que nosotros conocemos.
En el Paraíso Superior funciona una
energía trascendental que se denomina TRANOSTA. La energía de la
Divinidad, es una energía viviente del Paraíso Superior y se denomina MONOTA,
p. 471.
En los mundos morontiales actúa la
energía totalmente de otra clase que se llama Energía Morontial, y que
es tan variada que cada esfera tiene su propia clase de este tipo de energía.
En los planetas arquitectónicos las vidas vegetal, animal y los cuerpos de los
seres fueron creados de esta clase de energía, p. 543.
El séptimo Superuniverso Orvonton
posee cien mil Universos Locales. Nuestro Universo Local, no está terminado,
todavía está en construcción. Cada Universo local debe tener diez millones de
planetas habitados, Nebadón posee solamente tres millones ochocientos cuarenta
mil planetas habitados y el resto está en construcción, ó en el proyecto.
La creación de un Universo Local se
puede dividir en dos etapas: la primera está relacionada con la creación física
de cuerpos espaciales y la segunda con la creación de los seres vivientes, los
cuales pueden existir en tres estados: espiritual, morontial y material.
Para la creación física de un
Universo Local en un espacio determinado, los Organizadores de la Fuerza
Primarios comienzan a originar las nebulosas. Estos seres son capaces de
iniciar alrededor de su presencia espacial los grandes ciclones de la Fuerza
Primordial que una vez iniciada no se pueden detenerse ni limitarse jamás.
Dentro de las nebulosas los seres especiales realizan la siguiente
transformación de las sustancias-energías:
ABSOLUTA – SEGREGATA – ULTIMATA –
GRAVITA
De la Energía Universal Gravita se
materializa la primera partícula que se llama ultimaton que es el fundamento de
todas las partículas elementales y de la materia universal. Esta partícula
ultimaton es desconocida en la Tierra, según el Libro de Urantia, un electrón
está compuesto de cien ultimatones, p. 476.
Los Directores de Energía realizan la materialización de la energía universal y la aparición de la materia mediante el siguiente proceso:
Los Directores de Energía realizan la materialización de la energía universal y la aparición de la materia mediante el siguiente proceso:
GRAVITA – ULTIMATON – PARTICULAS –
ATOMOS- MATERIA
Todos estos procesos los realizan
Directores de Energía dentro de las nebulosas que pueden tener diferentes
formas. Las nebulosas poseen altísimas temperaturas, grandes presiones e
inmensas velocidades de rotación de la energía. Los Organizadores de la Fuerza
trabajan dentro de las nebulosas, y los Directores de la energía Universal son
catalizadores de esta energía, es decir, con su presencia ellos realizan la
segmentación, transformación, la organización de energía por las fases y
posteriormente su materialización. Esto implica que hay algo inherente en la
energía porque así funcione en la presencia de estas entidades de poder, p.
319.
CUERPOS ESPACIALES
Los soles, planetas, agujeros negros,
cometas y otros cuerpos espaciales se originan en las ruedas de nebulosas. Las
nebulosas pasan por distintas etapas de maduración, cambiando su forma. Dentro
de las nebulosas se realiza la materialización de la energía emergente y el
nacimiento de los soles, p. 169
En la primera etapa del desarrollo de
nebulosa, su forma es circular y puede ser un poco ancha en su centro, pero la
nebulosa se encuentra en un vasto plano, fig. 7. En la segunda etapa la forma
de nebulosa se cambia a helicoidal como se puede ver en la figura 8.
Fig. 7. Nebulosa
|
Fig. 8. Nebulosa “Ojo de Gato” Segunda
etapa de desarrollo
|
En la tercera etapa de desarrollo la
nebulosa comienza a arrojar los soles por sus dos lados tangenciales como se ve
en la figura 9. Estos soles jóvenes tardan muy poco en hacerse esféricos y en
emprender la marcha como estrellas del espacio. Su órbita se establece poco a
poco y se determina por la trayectoria de escape y por la gravedad lineal de
los cuerpos espaciales cercanos, p. 169, p. 652.
Fig. 9. Tercera etapa de desarrollo
|
Fig. 10. Cuarta etapa de desarrollo
|
En la cuarta etapa la nebulosa entra
en el segundo y el último ciclo de dispersión solar, en el cual su núcleo
matriz se convierte en un cúmulo globular ó un sol gigantesco cual es el centro
de un sistema solar terminal, fig. 10. En este estado ahora se encuentra el
sistema, “La nube de Magallanes” fig. 11, que se encuentra cerca de los límites
exteriores de Orvonton, p. 170.
Fig. 11 “ Nube de Magallanes”
Entre las etapas de desarrollo de una nebulosa pasan miles de millones
de años. Las nebulosas se expanden y se contraen periódicamente en períodos de
millones de años. Al contraerse la velocidad de rotación de una nebulosa se
aumenta y al expandirse su velocidad se disminuye, p. 653.
En el Libro de Urantia se describe la
aparición de nuestro sistema solar que lleva el nombre Monmatía. Este sistema
se originó en la enorme nebulosa de Andronóver que comenzó a formarse hace
875.000.000.000 años. Nuestro sol fue producto de esta nebulosa, p. 652.
Hace 4.500.000.000 años el enorme
sistema Angona comenzó a aproximarse a este sol solitario. En el centro del
sistema se encontraba un gigante cuerpo oscuro, sólido, altamente cargado que
poseía una tremenda fuerza de gravedad, p. 655.
En los momentos de expansión de
nuestro sol, bajo la fuerte gravedad de Angona, se precipitaban al espacio
chorros de material gaseoso, a manera de gigantescas lenguas solares. Estas
emanaciones de gas se desprendían en ciertos puntos de sol y formaban los
cuerpos independientes, los cuales tomaban la forma esférica y comenzaban de
inmediato a girar en torno al sol en órbitas elípticas. De esta manera se
formaron la mayoría de los planetas de nuestro sistema solar. Además otras tres
planetas fueron separados del sistema Angona por la fuerza de gravedad de
nuestro sol, y formaron los satélites de Júpiter y Saturno. Ahí está la razón
por la cual sus movimientos orbitales tienen la dirección contraria de otros
satélites, p. 656.
El número total de soles arrojados
por la nebulosa Andronover es 1.013.628, p. 655. Esta nebulosa atravesaba las
mismas metamorfosis que ahora observan nuestros astrónomos cuando apuntan sus
telescopios hacia el espacio exterior y observan las gigantescas nebulosas de
diferentes formas. Todos los cuerpos espaciales, con la excepción de las
esferas arquitectónicas, han tenido este origen evolucionario en el sentido de
que no han sido hechas por fiat de Dios.
En todo el cosmos han sido
construidos muchísimas esferas arquitectónicas utilizando varias técnicas
especiales, desconocidas en la Tierra. Estos planetas son sedes centrales de
los Superuniversos, de los Sectores mayores y menores, de los Universos
Locales, de las Constelaciones y de los Sistemas. Las sedes arquitectónicas
regulan la energía universal para sus respectivos sectores, equilibran y
controlan la Gravita que circula a través del espacio organizado, y son
planetas donde viven muchísimos seres celestiales, desconocidos en la Tierra.
Las esferas arquitectónicas están
iluminadas por un sol que emite luz sin calor y ellas se calientan por la
circulación de ciertas corrientes de energía que pasan cerca de la superficie
de la esfera, p. 174. Las sedes arquitectónicas están situadas cerca del centro
astronómico de su división administrativa, y están rodeadas de muchos satélites
que son igualmente esferas arquitectónicas. En los siete Superuniversos está
planeado obtener quinientos mil millones (500 x 109) de esta clase de mundos.
Según el Libro de Urantia nuestra
galaxia, la Vía Láctea está compuesta de un vasto número de antiguas nebulosas.
Nuestra vecina la galaxia Andrómeda, fig. 12, se encuentra en los límites del
Orvontón y ahora produce muchos soles, cuyo número puede llegar a cien
millones. La luz de Andrómeda que se observa desde la Tierra dejó las estrellas
hace un millón de años, es decir, en la época en la que nació el primer ser
humano en nuestro planeta, p. 170.
La sede central de nuestro sistema
Satania es Jerusem, el cual al parecer se encuentra en el cúmulo de estrellas
de Orión, fig. 13. La nube estelar del Sagitario es el centro de nuestro sector
menor, fig. 14, p. 168.
Fig. 12 Galaxia Andrómeda
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Fig. 13 Cúmulo Orión
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Fig. 14 Cúmulo de Sagitario
|
El Libro de Urantia es un camino para
la evolución humana y es un privilegio para nosotros poder aprender estas
enseñanzas. Los conocimientos del Libro son tan valiosos que hacen progresar la
mente humana, y también su alma por un camino de evolución espiritual. El Libro
de Urantia dice: “ La persona espiritualmente ciega que sigue lógicamente los
dictados de la ciencia, las costumbres sociales y los dogmas religiosos, se
encuentra en el grave peligro de sacrificar su independencia moral y de perder
su libertad espiritual. Esta alma está destinada a convertirse en un papagayo
intelectual, en un autómata social ó en un esclavo de la autoridad religiosa”.
p. 1458.
1.1.1 LA TIERRA Y SU INTERIOR.
Geosfera
Corte en sección transversal de las capas que constituyen
el planeta Tierra.
La Geosfera es la parte
del planeta tierra formada por material rocoso (sólido o fluido), sin tener en
cuenta la hidrósfera ni la atmósfera. Nuestro planeta, como otros
planetas terrestres (planetas
cuyo volumen está ocupado principalmente de material rocoso), está dividido en
capas de densidad creciente.
La Tierra tiene una corteza externa de silicatos
solidificados, un manto viscoso, y un núcleo con otras dos capas, una
externa semisólida, mucho más fluida que el manto y una interna sólida. Muchas
de las rocas que hoy forman parte de la corteza se formaron hace menos de 100
millones (1×108) de años. Sin embargo, las formaciones minerales más
antiguas conocidas tienen 4.400 millones (44×108) de años, lo que
nos indica que, al menos, el planeta ha tenido una corteza sólida desde
entonces.1
Gran parte de nuestro
conocimiento acerca del interior de la Tierra ha sido inferido de otras
observaciones. Por ejemplo, la fuerza de la gravedad es una
medida de la masa terrestre. Después de conocer el volumen del planeta, se
puede calcular su densidad. El cálculo de la masa y volumen de las rocas de la
superficie, y de las masas de agua, nos permiten estimar la densidad de la capa
externa. La masa que no está en la atmósfera o en la corteza debe encontrarse
en las capas internas.
Estructura
La estructura de la tierra
puede establecerse según dos criterios diferentes. Según su composición
química, el planeta puede dividirse en corteza, manto y núcleo (externo e interno); según
sus propiedades físicas se definen la litosfera, la astenosfera, la mesosfera y el núcleo (externo e interno).2
Capa
|
Profundidad
(km)
|
Litosfera (varía localmente entre 5 y
200 km)
|
0 – 60
|
0 – 35
|
|
35 –
2.890
|
|
Manto
superior
|
35 –
660
|
100 –
200
|
|
660 –
2.890
|
|
Núcleo
externo
|
2.890 –
5.100
|
Núcleo
interno
|
5.100 –
6.378
|
La división de la tierra en
capas ha sido determinada indirectamente utilizando el tiempo que tardan en
viajar las ondas sísmicas reflejadas y refractadas, creadas por terremotos. Las
ondas transversales (S, o secundarias) no pueden atravesar el núcleo, ya que
necesitan un material viscoso o elástico para propagarse, mientras que la
velocidad de propagación es diferente en las demás capas. Los cambios en dicha
velocidad producen una refracción debido a la Ley de Snell. Las
reflexiones están causadas por un gran incremento en la velocidad sísmica
(velocidad de propagación) y son parecidos a la luz reflejada en un espejo.
Capas definidas por su composición
Vista esquemática del interior de la Tierra. 1:
Corteza continental - 2: Corteza oceánica - 3: Manto superior - 4:
Manto inferior - 5: Núcleo externo - 6: Núcleo interno - A:
Discontinuidad de Mohorovičić - D:Discontinuidad
de Repetti - B: Discontinuidad de Gutenberg - C:
Discontinuidad de Lehmann.
Corteza
La corteza terrestre es una
capa comparativamente fina; su grosor oscila entre 3 km en las dorsales oceánicas y 70 km en
las grandes cordilleras terrestres como los Andes y el Himalaya.2
Los fondos de las grandes
cuencas oceánicas están formados por la corteza oceánica, con un
espesor medio de 7 km; está compuesta rocas máficas (silicatos de hierro y magnesio) con una densidad media de
3,0 g/cm3.
Los continentes están
formados por la corteza continental, que está
compuesta por rocas félsicas (silicatos de sodio, potasio y aluminio), más
ligeras, con una densidad media de 2,7 g/cm3.
La frontera entre corteza y
manto se manifiesta en dos fenómenos físicos. En primer lugar, hay una
discontinuidad en la velocidad
sísmica, que se conoce como la Discontinuidad de Mohorovicic, o
"Moho". Se cree que este fenómeno es debido a un cambio en la
composición de las rocas, de unas que contienen feldespatos
plagioclásicos (situadas en la parte superior) a otras que no
poseen feldespatos (en la parte inferior). En segundo lugar, existe una
discontinuidad química entre cúmulos ultramáficos y harzburgitas
tectonizadas, que se ha observado en partes profundas de la corteza oceánica
que han sido obducidas dentro de la corteza continental y conservada
como secuencias
ofiolíticas.
Manto
El manto terrestre se extiende
hasta una profundidad de 2.890 km, lo que le convierte en la capa más grande
del planeta. La presión, en la parte inferior del manto, es de unos 140 GPa (1,4 M atm). El manto está compuesto por
rocas silíceas, más ricas en hierro y magnesio que la corteza. Las grandes
temperaturas hacen que los materiales silíceos sean lo suficientemente dúctiles
como para fluir, aunque en escalas temporales muy grandes. La convección del manto
es responsable, en la superficie, del movimiento de las placas
tectónicas. Como el punto de
fusión y la viscosidad de una sustancia dependen de la presión a la
que esté sometida, la parte inferior del manto se mueve con mayor dificultad
que el manto superior, aunque también los cambios químicos pueden tener
importancia en este fenómeno. La viscosidad del manto varía entre 1021
y 1024 Pa·s.4 Como
comparación, la viscosidad del agua es aproximadamente 10-3 Pa.s, lo
que ilustra la lentitud con la que se mueve el manto.
¿Por qué es sólido el núcleo
interno, líquido el externo, y semisólido el manto? La respuesta depende tanto
de los puntos de fusión de las diferentes capas (núcleo de hierro-níquel,
manto, y corteza de silicatos) como del incremento de la temperatura y presión
conforme nos movemos hacia el centro de la Tierra. En la superficie, tanto las
aleaciones de hierro-níquel como los silicatos están suficientemente fríos como
para ser sólidos. En el manto superior, los silicatos son normalmente sólidos
(aunque hay puntos locales donde están derretidos), pero como están bajo
condiciones de alta temperatura y relativamente poca presión, las rocas en el
manto superior tienen una viscosidad relativamente baja. En contraste, el manto
inferior está sometido a una presión mucho mayor, lo que hace que tenga una
mayor viscosidad en comparación con el manto superior. El núcleo externo,
formado por hierro y níquel, es líquido a pesar de la presión porque tiene un
punto de fusión menor que los silicatos del manto. El núcleo interno, por su
parte, es sólido debido a la enorme presión que hay en el centro del planeta.
Núcleo
La densidad media de la Tierra
es 5.515 kg/m3. Esta cifra lo convierte en el planeta más denso del
sistema solar. Si consideramos que la densidad media de la corteza es
aproximadamente 3.000 kg/m3, debemos asumir que el núcleo terrestre
debe estar compuesto de materiales más densos. Los estudios sismológicos han
aportado más evidencias sobre la densidad del núcleo. En sus primeras fases,
hace unos 4.500 millones de años, los materiales más densos, derretidos, se
habrían hundido hacia el núcleo en un proceso llamado diferenciación planetaria,
mientras que otros menos densos habrían migrado hacia la corteza. Como
resultado de este proceso, el núcleo está compuesto ampliamente de hierro (Fe)(80%),
junto con níquel (Ni) y varios elementos más ligeros. Otros elementos más densos, como
el plomo (Pb) o el uranio (U) son muy
raros, o permanecieron en la superficie unidos a otros elementos más ligeros.
Diversas mediciones sísmicas
muestran que el núcleo está compuesto de dos partes, una interna sólida de
1.220 km de radio y una capa externa, semisólida que llega hasta los 3.400 km.
El núcleo interno sólido fue descubierto en 1936 por Inge Lehmann y se cree
de forma más o menos unánime que está compuesto de hierro con algo de níquel. Algunos
científicos creen que el núcleo interno podría estar en forma de un cristal de
hierro.5 6
El núcleo externo rodea al
interno y se cree que está compuesto por una mezcla de hierro, níquel y otros
elementos más ligeros. Recientes propuestas sugieren que la parte más interna
del núcleo podría estar enriquecida con elementos muy pesados, con mayor número
atómico que el cesio
(Cs)(trans-Cesio, elementos con número atómico mayor de 55). Esto incluiría oro (Au), mercurio (Hg) y uranio (U).7
Se aceptaba, de manera
general, que los movimientos de convección en el núcleo externo, combinados con
el movimiento provocado por la rotación terrestre (efecto
Coriolis), son responsables del campo magnético terrestre, mediante
un proceso descrito por la hipótesis de la dínamo. El núcleo
interno está demasiado caliente para mantener un campo magnético permanente
(ver temperatura de Curie) pero
probablemente estabilice el creado por el núcleo externo. Pruebas recientes
sugieren que el núcleo interno podría rotar ligeramente más rápido que el resto
del planeta.8 En agosto
de 2005 un grupo de geofísicos publicaron, en la revista Science que, de
acuerdo con sus cálculos, el núcleo interno rota aproximadamente entre 0,3 y
0,5 grados más al año que la corteza.9 10 Las últimas
teorías científicas explican el gradiente de temperatura de la Tierra como una
combinación del calor remanente de la formación del planeta, calor producido
por la desintegración de elementos radiactivos y el enfriamiento del núcleo
intermedio.
Minerales encontrados
Los diferentes minerales
encontrados en las diferentes capas terrestres, son resultado de la combinación
de diversos elementos químicos que se encuentran en el interior del planeta
Tierra.
Materiales encontrados en las capas terrestres
|
|||||||
Desarrollo
histórico y concepciones alternativas
En 1692 Edmund
Halley (en un artículo publicado en Philosophical Transactions of Royal
Society of London) propuso la idea de una Tierra formada por una cubierta
hueca de unas 500 millas de espesor, con dos capas interiores, concéntricas,
alrededor de un núcleo interno. El diámetro de las capas correspondería a los
diámetros de los planetas Venus, Marte y Mercurio, respectivamente.11 La
propuesta de Halley estaba basada en los valores de densidad relativa entre la
Tierra y la Luna dados por Sir Isaac Newton, en Principia (1687): «Sir
Isaac Newton ha demostrado que la Luna es más sólida que nuestro planeta, 9 a 5,
señaló Halley; ¿por qué no podemos suponer entonces que 4/9 de nuestro
planeta son huecos?».11
En 1818, John Cleves
Symmes, Jr. sugirió que la Tierra estaba formada por una corteza externa hueca, de
1 300 km de espesor, con aberturas de 2 300 km en ambos polos. En el interior
habría otras cuatro capas, cada una de ellas abierta también a los polos. Julio Verne, en Viaje al centro de la Tierra, imaginó
enormes cavernas interiores, y William Reed en Fantasmas de
los polos imaginó una Tierra hueca.
Algunos escritores religiosos
se resistieron a la idea de una Tierra esférica, aunque no obtuvieron mucha
aceptación. La Flat Earth Society (Sociedad
de la Tierra Plana), anteriormente dirigida por Charles K. Johnson, trabaja
duro en Estados Unidos para mantener la teoría viva, y han asegurado tener
varios miles de seguidores.12 Algunos
cristianos en Inglaterra y los Estados Unidos también intentaron revivir estas
ideas.
1.2Rocas y minerales.
Roca
Bloques rocosos en la orilla del mar.
En geología se llama roca
al material compuesto
de uno o varios minerales como resultado final de los diferentes procesos
geológicos. El concepto de roca no se relaciona necesariamente con la forma
compacta o cohesionada; también las gravas, arenas, arcillas, son rocas.
Las rocas están sometidas a
continuos cambios por las acciones de los agentes geológicos, según un ciclo
cerrado (el ciclo de las rocas), llamado ciclo litológico, en el cual
intervienen incluso los seres vivos.
Las rocas están constituidas
en general como mezclas heterogéneas de diversos materiales homogéneos y
cristalinos, es decir, minerales. Las rocas poliminerálicas están formadas por granos o cristales
de varias especies mineralógicas y las rocas monominerálicas están constituidas
por granos o cristales de un mismo mineral. Las rocas suelen ser materiales
duros, pero también pueden ser blandas, como ocurre en el caso de las rocas
arcillosas o arenosas.
En la composición de una roca
pueden diferenciarse dos categorías de minerales:
1. Minerales
esenciales o Minerales formadores de roca – Son los
minerales que caracterizan la composición de una determinada roca, los más
abundantes en ella. Por ejemplo, el granito siempre
contiene cuarzo, feldespato y mica.
2. Minerales accesorios – Son
minerales que aparecen en pequeña proporción (menos del 5% del volumen total de
la roca) y que en algunos casos pueden estar ausentes sin que cambien las
características de la roca de la que forman parte. Por ejemplo, el granito puede
contener zircón y apatito.
Tipos de
rocas
Formación de les rocas: 1- erosión,
transporte, sedimentación y diagénesis; 2-
fusión; 3- presión y temperatura; 4- enfriamiento.
Las rocas se pueden
clasificar atendiendo a sus propiedades, como la composición química, la
textura, la permeabilidad, entre otras. En cualquier caso, el criterio más
usado es el origen, es decir, el mecanismo de su formación. De acuerdo con
este criterio se clasifican en ígneas (o magmáticas), sedimentarias y
metamórficas, aunque puede considerarse aparte una clase de rocas de
alteración, que se estudian a veces entre las sedimentarias.
Rocas
ígneas o magmáticas
Se forman por la
solidificación del magma, una masa mineral fundida que incluye
volátiles, gases disueltos.1 El
proceso es lento, cuando ocurre en las profundidades de la corteza, o más
rápido, si acaece en la superficie. El resultado en el primer caso son rocas
plutónicas o intrusivas, formadas por cristales
gruesos y reconocibles, o rocas
volcánicas o extrusivas, cuando el magma llega a la
superficie, convertido en lava por desgasificación.
Las rocas magmáticas
intrusivas son con mucho las más abundantes, forman la totalidad del manto y las
partes profundas de la corteza. Son las rocas primarias, el punto de partida
para la existencia en la corteza de otras rocas.
Dependiendo de la
composición del magma de partida, más o menos rico en sílice (SiO2),
se clasifican en ultramáficas (o ultrabásicas), máficas,
intermedias y siálicas o ácidas,
siendo estas últimas las más ricas en sílice. En general son más ácidas las
más superficiales.
Las estructuras originales
de las rocas ígneas son los plutones, formas
masivas originadas a gran profundidad, los diques,
constituidos en el subsuelo como rellenos de grietas, y coladas volcánicas, mantos
de lava enfriada en la superficie. Un caso especial es el de los depósitos piroclásticos, formados
por la caída de bombas volcánicas, cenizas
y otros materiales arrojados al aire por erupciones más o
menos explosivas. Los conos
volcánicos se forman con estos materiales, a veces alternando con coladas de
lava solidificada (conos estratificados).
Rocas sedimentarias
Estratos de rocas sedimentarias.
Los procesos geológicos que
operan en la superficie terrestre originan cambios en el relieve topográfico
que son imperceptibles cuando se estudian a escala humana, pero que alcanzan
magnitudes considerables cuando se consideran períodos de decenas de miles o
millones de años. Así, por ejemplo, el relieve de una montaña desaparecerá
inevitablemente como consecuencia de la meteorización y la erosión de las
rocas que afloran en superficie. En realidad, la historia de una roca
sedimentaria comienza con la alteración y la destrucción de rocas
preexistentes, dando lugar a los productos de la meteorización, que pueden
depositarse in situ, es decir, en el mismo lugar donde se originan, formando
los depósitos residuales, aunque el caso más frecuente es que estos
materiales sean transportados por el agua de los ríos, el hielo, el viento o
en corrientes oceánicas hacia zonas más o menos alejadas del área de origen.
Estos materiales, finalmente, se acumulan en las cuencas sedimentarias
formando los sedimentos que, una vez consolidados, originan las rocas
sedimentarias.
Se constituyen por diagénesis
(compactación y cementación) de los sedimentos,
materiales procedentes de la alteración en superficie de otras rocas, que
posteriormente son transportados y depositados por el agua, el hielo y el viento, con
ayuda de la gravedad o por precipitación desde
disoluciones.1 También
se clasifican como sedimentarios los depósitos de materiales organógenos,
formados por seres vivos, como los arrecifes de coral, los
estratos de carbón o los depósitos de petróleo. Las
rocas sedimentarias son las que típicamente presentan fósiles, restos
de seres vivos, aunque éstos pueden observarse también en algunas rocas
metamórficas de origen sedimentario.
Las rocas sedimentarias se
forman en las cuencas de sedimentación, las concavidades del terreno a donde
los materiales arrastrados por la erosión son
conducidos con ayuda de la gravedad. Las estructuras originales de las rocas
sedimentarias se llaman estratos, capas formadas por depósito, que constituyen
formaciones a veces de gran potencia (espesor).
Rocas
metamórficas
Mármol sin pulimentar.
En sentido estricto es
metamórfica cualquier roca que se ha producido por la evolución de otra
anterior al quedar esta sometida a un ambiente energéticamente muy distinto
de su formación, mucho más caliente o más frío, o a una presión muy
diferente. Cuando esto ocurre la roca tiende a evolucionar hasta alcanzar
características que la hagan estable bajo esas nuevas condiciones. Lo más
común es el metamorfismo progresivo, el que se da cuando la roca es
sometida a calor o presión mayores, aunque sin llegar a fundirse (porque
entonces entramos en el terreno del magmatismo); pero
también existe un concepto de metamorfismo regresivo, cuando una roca
evolucionada a gran profundidad — bajo condiciones de elevada temperatura y
presión — pasa a encontrarse en la superficie, o cerca de ella, donde es
inestable y evoluciona a poco que algún factor desencadene el proceso.
Las rocas metamórficas
abundan en zonas profundas de la corteza, por encima del zócalo magmático.
Tienden a distribuirse clasificadas en zonas, distintas por el grado de
metamorfismo alcanzado, según la influencia del factor implicado. Por
ejemplo, cuando la causa es el calor liberado por una bolsa de magma, las
rocas forman una aureola con zonas concéntricas alrededor del plutón
magmático. Muchas rocas metamórficas muestran los efectos de presiones
dirigidas, que hacen evolucionar los minerales a otros laminares, y toman un
aspecto laminar. Ejemplos de rocas metamórficas, son las pizarras, los mármoles o las cuarcitas.
1.2.ROCAS Y MINERALES
El suelo se encuentra sobre la corteza
terrestre, esta corteza ocupa aproximadamente los
La
corteza terrestre se forma por los movimientos, distorsión, ruptura y
dislocación de las rocas; por la actividad ígnea que genera y mueve
materiales en fusión y redistribuye fragmentos desintegrados de rocas
corticales.
Se cree que el calor generado en el manto es el causante
de la movilización de la corteza y la conformación de los continentes. El
calor presente en la actividad ígnea se produce por la radioactividad y
fricción entre bloques corticales en movimiento en el manto, lo cual provoca
que algunas rocas de la corteza se fundan, ayudando a conservar el manto
parcialmente fluido. El peso de la corteza, comprime a los materiales
fundidos y provocan que suban por grietas o fracturas corticales. Parte de
estos materiales se enfrían y solidifican en las grietas, otros salen a la
superficie como erupciones volcánicas. Estos materiales calientes y fluídos
son conocidos como magma cuando se ubican por debajo de la superficie y se
denominan lava (cuando sobre salen a la superficie terrestre) durante y
después de las erupciones.
Los materiales rocosos se pueden forman por un proceso de
depositación llamado agradación. El otro proceso formador de rocas se
denomina degradación en el cual se destruye y remueve a los materiales rocosos. Dentro de esta
dinámica se origina la corteza terrestre y se forman las rocas y minerales.
Las rocas son mezclas de minerales consolidados por un
proceso natural.
Los minerales son compuestos inorgánicos que tienen una
composición y propiedades físicas más o menos definidas.
De los 92 elementos químicos que se conoce de su
existencia en la corteza terrestre, se puede determinar que la combinación de
estos genera hasta 2000 minerales en la corteza. Sin embargo, pocos son los
elementos y los minerales importantes en la formación de los suelos.
Los principales elementos que constituyen a la corteza
terrestre son el oxígeno “O” (46.6 %); sílice “Si” (27.7 %); aluminio “Al”
(8.1 %); hierro “Fe” (5 %); calcio “Ca” (3.6 %); sodio “Na” (2.8 %); potasio
“K” (2.6 %) y magnesio “Mg” (2.1 %).
ROCAS.
El término material parental se usa para designar a las
rocas a partir de las cuales se originan los suelos.
Las rocas pueden dividirse en tres grandes clases de
acuerdo a su geo-historia y modo de formación, como sigue:
1)
Rocas Igneas (formadas por
magma solidificado).
2)
Rocas Sedimentarias (formadas por
sedimentos consolidados y no consolidsados).
3)
Rocas Metamórficas (se producen por
la transformación de rocas ígneas o sedimentarias).
A
nivel mundial las rocas dominantes son las Igneas y en México predominan las
sedimentarias.
Cuadro.- Extensión
territorial aproximada de las rocas sedimentarias, ígneas y metamórficas en
México (Ortiz, 1982).
Descripción
y denominación de las rocas.
LAS
ROCAS IGNEAS.- Se forman por la solidificación, ya sea,
de un magma dentro de la corteza terrestre (intrusivas) o de una lava sobre
la corteza terrestre (extrusivas). Las rocas ígneas intrusitas son
generalmente pesadas y duras y las extrusivas pueden ser desde pesadas y
duras hasta ligeras y fragmentadas o pulverulentas, las rocas ígneas se
localizan donde la corteza terrestre se ha fracturado.
LAS
ROCAS SEDIMENTARIAS.- Constituyen las capas superiores de
la corteza terrestre, que es donde ocurre su meteorización (intemperismo),
erosión y depositación. Estas rocas pueden encontrarse casi en cualquier
lugar y están formadas por:
1)
Materiales Sueltos, constituidos por partículas
minerales depositadas en la superficie o en el agua y posteriormente
compactadas y cementadas, también son conocidas como rocas clásticas.
2)
Compuestos Precipitados cristalinos provenientes del
agua de mar.
Las
rocas sedimentarias se presentan usualmente en capas o estratos.
LAS
ROCAS METAMORFICAS.- Son rocas ígneas o sedimentarias que
han sufrido una transformación (metamorfismo) por el calor interno, presión y
penetración de fluídos, sin llegar a fundirse. Se forman en lo profundo de la
corteza, especialmente en zonas donde se desarrollan montañas y
posteriormente quedan expuestas por la erosión. La mayoría son duras y a
excepción del mármol, son químicamente resistentes.
Cada clase de roca se divide en tipos específicos como se
muestra a continuación:
Cada tipo de de roca está constituído por diversos
minerales:
También existe información sobre la composición
mineralógica de las rocas según Clarke (1924), quién trabajó con rocas ígneas
y Jeffries (1947) que trabajó con rocas con rocas sedimentarias, sus
resultados de investigación se muestran a continuación, (cuadro 3.6).
Comber (1960) cuantificó en porcentaje la composición
elemental de rocas ígneas y suelos formados a partir de ellas (cuadro 3.7).
Nótese que durante la formación del suelo (de roca a
suelo), se provoca una disminución de los macronutrimentos fósforo (P),
potasio (K), calcio (Ca) y magnesio (Mg) y una aumento de micronutrimentos
hierro (Fe) y manganeso (Mn) en el caso de basalto.
MINERALES.
Se conocen actualmente más de 3.000 especies de
minerales.
Cada mineral principalmente se caracteriza
particularmente por presentar una composición química, una estructura
cristalina y propiedades físicas definidas, lo cual hace que se diferencien
los diferentes grupos de minerales.
Las principales características que distinguen a los
minerales son: su composición química, el tipo de cristal, la dureza y la
apariencia (color, brillo y opacidad). En general los minerales son
sustancias sólidas, siendo los únicos líquidos el mercurio y el agua.
Los minerales habitualmente se
encuentran en corteza terrestre. Sólo unos cuantos minerales integran a
la mayoría de
las rocas.
Los minerales de acuerdo
a su origen, se clasifican en primarios y secundarios. Los minerales
primarios se forman a partir del enfriamiento y solidificación del material
magmático y los minerales secundarios provienen del intemperismo químico de
los minerales primarios menos resistentes. En la figura 3.3 se ilustra la
estabilidad relativa al intemperismo de minerales primarios.
Una descripción de los principales minerales se reporta a
continuación:
A)
MINERALES PRIMARIOS (originales).
1. Cuarzo: (constituídos por
Si02).
Es el más común de los
minerales formadores del suelo, por ser muy duro y tener baja solubilidad.
Constituye alrededor del 13% de la corteza terrestre y en un suelo promedio
puede constituir del 30 al 40%. El cuarzo no contribuye con nutrientes para
las plantas en el suelo.
2. Feldespatos: (Son
aluminio-silicatos con bases de K, Na y Ca).
Constituyen el 60% de la
corteza terrestre. Como consecuencia del intemperismo químico forman
minerales de la arcilla. La plagioclasa se intemperiza más fácilmente que la
ortoclasa. La albita es una plagioclasa. La ortoclasa (KAlSi308)
es una fuente importante de K (macronutrimento para las plantas).
3. Anfíbolas y Piroxenas : (Son silicatos de Ca,
Mg y Fe (con algo de Al).
Este grupo constituye el
16% de la corteza terrestre. Se intemperiza más fácilmente que los
feldespatos. Pueden persistir en los suelos como gravas de
color obscuro. La horblenda es una anfíbola de color negro con ruptura
precisa. La augita es una piroxena de color claro con ruptura no precisa.
4.
Micas: (Son aluminosilicatos con bases de K, Mg Y Fe).
Se intemperizan
fácilmente y forman minerales de arcilla. Si persisten en los suelos son
reconocidos por su brillo. Algunos ejemplos de micas son: la muscovita (mica incolora) la
cual contiene más potasio (K) que la biotita
(mica negra), la cual contienen más hierro (Fe) y magnesio (Mg).
5.
Carbonatos : (Presentan el anión CO3)
Comúnmente se encuentran
en las calizas y en el mármol. La calcita (CaC03) es un mineral
relativamente soluble. Tiene un crucero perfecto y efervesce fácilmente con
ácidos fríos. La dolomita CaMg (CO3)2
es menos soluble que la calcita. Efervesce sólo ligeramente en ácidos fríos y
tiene un crucero no muy preciso.
6.
Apatita : (Tiene la siguiente fórmula (Ca3P2O8)3
. Ca F2 Cl
Es la fuente original de
prácticamente todo el fósforo (P) del suelo. Existe en granos diminutos en
muchas rocas. La apatita es soluble en ácidos.
En el cuadro 3.8 se
reportan los minerales más comunes, junto con su fórmula molecular y
velocidad de intemperización.
B)
MINERALES SECUNDARIOS
1.
Yeso :
Presenta la fórmula Ca SO4 . 2 H2O
Se forma por la
evaporación del sulfato de calcio contenido en las aguas que lo contienen
disuelto. Es un mineral muy suave y se intemperiza fácilmente. Se acumula sin
embargo, en grandes cantidades en las regiones semi-áridas. El yeso puede ser
mineral primario o secundario.
2.
Oxidos de Fe :
Muchos de los óxidos de Fe
se forman a través del intemperismo químico. La hematita (Fe203)
es responsable de la coloración roja en muchos suelos. La limonita (Fe203
. 3 H20 ó FeO . OH .
nH20) proporciona un color amarillo al suelo.
3.
Minerales de Arcilla :
Los minerales de la
arcilla tales como la kaolinita (H4Al2Si209)
son altamente coloidales. Son formados en primer término, por el intemperismo
químico de los minerales primarios. Los minerales de la arcilla no
suministran nutrientes directamente para las plantas pero tienen la capacidad
de adsorber o retener iones nutrientes en sus superficies. Son una parte de
los materiales física y químicamente activos en los suelos.
Con la información
proporcionada, podríamos entender, por una parte, que el conocimiento de las
rocas y minerales que las integran, nos conduciría a la definición de los
elementos presentes, útiles para el desarrollo de los cultivos; lo anterior
es parcialmente cierto, sobre todo, desde un punto de vista cualitativo.
Cuantitativamente resulta difícil saber, qué cantidad de un elemento de
interés, presente en una roca, quedará en el suelo (el cual a partir de ella
“rocas” se forma). Por otra parte el conocimiento de las rocas no sólo se
basa en su química sino también en su constitución física y en relación a
ésta, se han mencionado datos sobre la velocidad y resistencia al
intemperismo de diferentes minerales. La resistencia al intemperismo trae
como consecuencia un diverso tamaño de las partículas dominantes presentes en
los suelos. Por ejemplo, cuando el cuarzo está presente, como tiene gran
resistencia al intemperismo, es de esperarse que se preserve en la mayoría de
los procesos de desintegración y aparezca finalmente como arena (partículas
con un diámetro mayor a 50 µ “micras”), aunque partículas de cuarzo pueden
encontrarse en los limos (partículas de
Brade-Birks (1962) hizo
una representación diagramática que resume lo expuesto y se presenta en la
figura 3.4.
Los Minerales de la Arcilla.
Los procesos químicos
del intemperismo son mucho más importantes en la formación de las arcillas.
Por su tamaño, las arcillas (diametro menor a 2 µm) son consideradas como
coloides y como tales nos interesan dos de sus propiedades, específicamente
su carga eléctrica (la cual es principalmente negativa) y su gran superficie
específica.
Todos los coloides se
cargan eléctricamente, las arcillas y en general los coloides del suelo
están cargadas en forma negativa. De tal forma que atraen cationes y si
recordamos a los nutrientes esenciales para las plantas, la mayoría son
elementos de carga positiva (K+, Ca++, Mg++)
o tienden a formar radicales positivos (NH4+). Esto da por
resultado que muchos de los nutrientes estén retenidos por arcillas o
coloides del suelo y dada su cercanía y/o contacto
directo con las raíces de la planta es posible que se provoque un intercambio de nutrimentos con las raíces, es por esto que estos
minerales son de gran importancia.
Por otra parte la otra propiedad
fundamental de la arcillas es que poseen por su menor tamaño una mayor
superficie específica, dando por resultado que las arcillas expongan mucha
superficie donde pueden realizarse, entre otras, reacciones de intercambio catiónico.
De manera general, son
reconocidos dos grupos de arcillas: las silicatadas
características de regiones templadas y las arcillas de
óxido e hidróxidos de hierro y aluminio, encontradas en las zonas tropicales y semitropicales.
A través de los estudios
de Rayos X pudo diferenciarse a varios grupos de arcillas y sus propiedades
características. La clasificación de arcillas que adoptaremos se presenta a
continuación:
ESTRUCTURA DE LOS MINERALES SILICATADOS DE LA ARCILLA
Generlamente las
arcillas son de forma laminar. Esto indica que exponen una gran extensión de
superficie por peso unitario.
Los minerales
silicatados de la arcilla son de naturaleza cristalina.
La estructura del
cristal se llama látice o retículo que está constituido de dos clases de
estructuras fundamentales: los tetraedros de sílice y los octaedros de
alúmina.
Los tetraedros de sílice
contienen un átomo de Si rodeado de 4 átomos de oxígeno
que forman las 4 esquinas del tetraedro. El Si ocupa el
intersticio del centro. La carga de tal unidad es -4. La capa tiene una carga
negativa neta y su fórmula es n(Si205)2-.
El octaedro está constituido por 6 hidróxilos alrededor
de un átomo de Al. Este acomodamiento puede visualizarse en la forma siguiente:
4 hidróxilos formando un cuadrado. Un octaedro individual
tiene la fórmula AI(OH)3-.
Los octaedros de Al
adyacen
1.2.1El ciclo de las rocas o
ciclo litológico
En el contexto del tiempo
geológico las rocas sufren transformaciones debido a distintos procesos. Los agentes
geológicos externos producen la meteorización y erosión,
transporte y sedimentación de las rocas de la
superficie.
Se llama meteorización a la
acción geológica de la atmósfera, que
produce una degradación, fragmentación y oxidación. Los materiales
resultantes de la meteorización pueden ser atacados por la erosión y
transportados. La acumulación de fragmentos de roca desplazados forman derrubios. Cuando
cesa el transporte de los materiales, éstos se depositan en forma de sedimentos en las cuencas sedimentarias, unos
sobre otros, formando capas horizontales (estratos).
Los sedimentos sufren una
serie de procesos (diagénesis) que los
transforman en rocas sedimentarias, como la compactación y cementación; se
produce en las cuencas sedimentarias, principalmente los fondos marinos.
La compactación es el
proceso de eliminación de huecos en un sedimento, debido al peso de los
sedimentos que caen encima. La cementación es consecuencia producida por la
compactación; consiste en la formación de un cemento que une entre sí a los
sedimentos (los fragmentos de rocas.
Utilidad de las rocas
Las rocas pueden ser útiles
por sus propiedades fisicoquímicas (dureza,
impermeabilidad, etc.), por su potencial energético o por los elementos químicos que
contienen.2 Siguiendo
este criterio, las rocas pueden clasificarse en:
Ciclo de las rocas, forma de ver los procesos
que conectan los tres tipos principales de rocas de la Tierra —ígneas,
sedimentarias y metamórficas— y las relaciones que hay entre ellas. Lo
desarrolló James Hutton a finales del siglo XVIII.
La primera etapa del ciclo es
la formación de roca ígnea. Esto tiene lugar cuando el material fundido
llamado magma se enfría y solidifica en forma de cristales entrelazados. Las
rocas ígneas pueden formarse como materiales intrusivos (véase Intrusiones
ígneas), que penetran en otras rocas más antiguas a través de grietas
profundas bajo la superficie terrestre antes de enfriarse; o como materiales
extrusivos (formados después de las erupciones volcánicas) que se depositan
en la superficie después de haber sido expulsados en erupciones y fisuras
volcánicas. Los materiales intrusivos comprenden rocas cristalinas, como el
granito, mientras que los extrusivos agrupan las lavas.
La segunda etapa del ciclo
tiene lugar cuando las rocas ígneas quedan expuestas a diversos procesos en
la superficie terrestre, como meteorización, erosión, transporte y
sedimentación. Estos fenómenos disgregan el material de las rocas en
diminutas partículas que son transportadas y se acumulan como sedimentos en
los océanos y las cuencas lacustres. Estos depósitos sedimentarios quedan
compactados por el peso de las sucesivas capas de material y también pueden
quedar cementados por la acción del agua que llena los poros. Como
consecuencia, los depósitos se transforman en roca en un proceso llamado
litificación. Son rocas sedimentarias las areniscas y calizas.
La tercera etapa del ciclo
tiene lugar cuando las rocas sedimentarias quedan enterradas a gran
profundidad o se ven afectadas por la formación de montañas (orogénesis), que
se asocia con movimientos de las placas de la corteza terrestre. Quedan de
esta forma expuestas a distintos grados de presión y calor y así se
transforman en rocas metamórficas. Por ejemplo, la arcilla se convierte en
pizarra, y el granito puede transformarse en gneis; una forma de caliza se
convierte en mármol cuando se ve sometida a fenómenos metamórficos.
El ciclo se cierra en la
cuarta etapa, cuando las rocas metamórficas quedan sometidas a niveles de
calor y presión aún mayores y se transforman en ígneas.
El orden de este ciclo no es
rígido. Una roca ígnea, por ejemplo, puede transformarse en metamórfica por
efecto del calor y la presión sin pasar por la fase sedimentaria. Asimismo,
las rocas sedimentarias y metamórficas pueden convertirse en material que forma
nuevas rocas sedimentarias. El ciclo clásico de las rocas que se acaba de
describir se ha puesto recientemente en relación con la tectónica de placas.
El ciclo comienza con la erosión de un continente. El material del continente
se acumula en sus bordes y se puede compactar por litificación y
transformarse en roca sedimentaria. Con el tiempo, el borde continental se
transforma en borde de placa convergente (es decir, empujada contra otra
placa). En esta línea, las rocas sedimentarias pueden transformarse por
efecto de las altas presiones en cinturones de rocas metamórficas. Pero poco
a poco los sedimentos que no han formado montañas se ven arrastrados por
subducción hacia el fondo de la corteza. Allí sufren un metamorfismo aún
mayor, hasta alcanzar grados de presión y temperatura tan elevados que se
funden y se convierten en magma. Éste a su vez se convierte en roca ígnea que
puede volver a la superficie terrestre, bien en forma extrusiva, a través de
un volcán, bien por exposición de la roca ígnea intrusiva a consecuencia de
la erosión. La meteorización y la erosión atacan las rocas ígneas, las
transportan hasta el borde continental y el ciclo comienza de nuevo.
1.4 PROCESOS BASICOS DE FORMACION DEL SUELO.
1. El
suelo se forma a partir de rocas. Estas rocas se fragmentan en trozos de
menor tamaño debido a procesos de meteorización, erosión y al
agua de lluvia que se filtra en el suelo.
2. Los restos de animales y plantas, y la materia orgánica que se encuentra en la superficie del suelo, facilitan la fragmentación de las rocas. 3. Luego, estos fragmentos de roca se mezclan con la materia orgánica de la superficie del suelo formando el mantillo. Las raíces de las plantas también pueden romper las rocas. 4. En este suelo, que poco a poco se enriquece, habitan animales pequeños, como lombrices, y también seres microscópicos, como las bacterias. Los animales subterráneos remueven la tierra produciendo pequeñas cavidades. Así facilitan que el aire y el agua penetren en el interior del suelo. Una vez muertos, estos animales se transforman en materia orgánica. Cuando el suelo ya está bien formado, pueden crecer en él muchos árboles y gran variedad de plantas. Tanto en la superficie como en el interior del suelo pueden vivir distintos animales.
1.5RELACION HOMBRE–MEDIO-AMBIENTE
Un ecosistema está formado
por todos los elementos físicos de una región concreta: formas del relieve,
los ríos, el clima, el suelo, etc., junto a los seres vivos que habitan en
dicha región y las relaciones que existen entre estos seres vivos. En los ecosistemas
distinguimos biotopo y biocenosis.
Los tipos diferentes de
ecosistemas se conocen con el nombre de biomas o hábitats. Un
ecosistema puede ocupar mucho o poco espacio. La Tierra, por ejemplo, es un
gran ecosistema. Pero también es un ecosistema un bosque o, como hemos visto,
una pequeña charca.
2 Morfología de suelo
2.1 Suelo.- El suelo
es una superficie, un recurso natural, y un sistema dinámico y complejo, en
el que se efectúan procesos que involucran componentes físicos, químicos y
biológicos. Es un cuerpo natural capaz de sustentar plantas.
La palabra suelo proviene del latín “solum” que significa tierra, suelo o
parcela.
El contenido porcentual de
los principales componentes con base al volumen ocupado por un suelo de
textura media y a capacidad de campo es el siguiente:
a) Componente mineral (45 %)
b) Componente orgánico (5 %)
c) Componente gaseoso “aire” (25 %)**
d) Componente acuoso “agua” (25 %)**
** Nota: El espacio poroso del suelo es ucupado por los
compontes gaseoso y ocuoso, por lo tanto dicho espacio ocupa el 50 % del
suelo.
Morfología
de suelos.- La morfología de suelo son los atributos observables a
campo del suelo dentro de los varios horizontes de suelo, con la descripción de la clase y el arreglo de los
horizontes. Los atributos observables ordinariamente son descritos en el
campo e incluyen: la composición, forma, estructura de suelo, organización del suelo, color base del suelo y
asuntos como moteados, distribución radicular, poros, evidencia de materiales
traslocados como carbonatos, hierro, manganeso, carbono, arcilla,
consistencia del suelo.
Las
observaciones se llevan a cabo en un perfil de suelo. Un perfil es un corte vertical, de dos dimensiones,
en el suelo donde se diferencia el suelo en horizontes y se observa la
interacción de este con las condiciones presentes para el desarrollo del
cultivo.
Los horizontes diagnósticos son definidos cuantitativamente
con una gran precisión por sus caracteres morfológicos, químicos y
físicos, los cuales son utilizados para diferenciar entre taxa de suelos.
El concepto de perfil de suelos, que es un corte vertical
plano del suelo, es sustituido por el de pedón considerado como un volumen,
en el cual los horizontes constituyen capas superpuestas.
El perfil del suelo y sus horizontes
Como la edafización actúa desde
la superficie y va perdiendo su intensidad conforme profundizamos en el
perfil del suelo, el material se altera de un modo diferencial y como
resultado de la actuación de estos procesos de meteorización y translocación
se pasa de un material homogéneo o uniforme, como es la roca, a un
material heterogéneo, estratificado en capas con diferentes propiedades como
es el suelo; es decir, se produce la horizonación del material. Y es
precisamente esta característica, representada por la variación regular de
las propiedades y constituyentes del suelo en función de la profundidad,
la característica más representativa de los suelos, rasgo que los diferencia
claramente de las rocas.
A estas capas se les denomina
horizontes y su superposición constituye el perfil del suelo.
Los horizontes constituyen las
unidades para el estudio y para la clasificación de los suelos.
Los horizontes edáficos son
capas aproximadamente paralelas a la superficie del terreno. Se establecen en función de
cambios de las propiedades y constituyentes (que son el resultado de la
actuación de los procesos de formación del suelo) con respecto a las capas
inmediatas.
Los horizontes se asignan,
normalmente, de manifiesto en el campo, en el perfil del suelo, pero los
datos de laboratorio sirven para confirmar y caracterizar a estos horizontes.
Generalmente bastan solo tres
propiedades para establecer la horizonación de un suelo: color, textura y
estructura, aunque otras propiedades, como la consistencia, son a veces de
gran ayuda. El más mínimo cambio detectado (en una sola o en varias de estas
propiedades) es suficiente para diferenciar un nuevo horizonte.
La designación de horizontes
constituye uno de los pasos fundamentales en la definición de los suelos.
Para designar a los horizontes
del suelo se usan un conjunto de letras y de números.
Horizontes principales.
H. Acumulaciones de materia orgánica sin
descomponer (>20-30%), saturados en agua por largos períodos. Es el
horizonte de las turbas.
O. Capa de hojarasca sobre la superficie del suelo
(sin saturar agua; >35%), frecuente en los bosques.
A. Formado en la superficie, con mayor %
materia orgánica (transformada) que los horizontes situados debajo.
Típicamente de color gris oscuro, más o menos negro, pero cuando contiene
poca materia orgánica (suelos cultivados) puede ser claro. Estructura migajosa
y granular.de mayor a menor grado de desarrollo E. Horizonte de fuerte lavado. Típicamente situado entre un A y un B. Con menos arcilla y óxidos de Fe y Al que el hor. A y el hor. B. Con menos materia orgánica que el A. Muy arenosos y de colores muy claros (altos values). Estructura de muy bajo grado de desarrollo (la laminar es típica de este horizonte). de mayor a menor grado de desarrollo B. Horizonte de enriquecimiento en: arcilla (iluvial o in situ), oxidos de Fe y Al (iluviales o in situ) o de materia orgánica (sólo si es de origen iluvial; no in situ), o también por enriquecimiento residual por lavado de los carbonatos (si estaban presentes en la roca). De colores pardos y rojos, de cromas (cantidad de color) más intensos o hue (tonalidad del color) más rojo que el material original = hor. C). Con desarrollo de estructura edáfica (típicamente en bloques angulares, subangulares, prismática).
C. Material original. Sin desarrollo de estructura
edáfica, ni rasgos edáficos. Blando, suelto, se puede cavar con una azada.
Puede estar meteorizado pero nunca edafizado.
R. Material original. Roca dura, coherente. No se
puede cavar.
Horizontes de transición.
Se presentan cuando el límite
entre los horizontes inmediatos es muy difuso, existiendo una capa ancha de
transición con características intermedias entre los dos horizontes. Se
representan por la combinación de dos letras mayúsculas (p.ej., AE, EB, BE,
BC, CB, AB, BA, AC y CA). La primera letra indica el horizonte principal al
cual se parece más el horizonte de transición.
En algunas ocasiones aparecen
horizontes mezclados que constan de partes entremezcladas. Están constituidos
por distintas zonas en cada una de las cuales se puede identificar a un horizonte
principal ( en la misma capa existen trozos individuales de un horizonte
completamente rodeados de zonas de otro horizonte). Se designan con dos
letras mayúsculas separadas por una raya diagonal (p.ej. E/B, B/C); la
primera letra indica el horizonte principal que predomina.
Letras sufijo más usuales
Las letras minúsculas se usan
como sufijos, para calificar a los horizontes principales especificando el
carácter dominante de este horizonte. Las letras minúsculas van
inmediatamente después de las letras mayúsculas.
p horizonte arado, (de plow = arar). Prácticamente
siempre referida al hor. A, (Ap).
h acumulación de materia orgánica (h de humus).
Normalmente por mezcla, en el horizonte A de suelos vírgenes (Ap y Ah son
excluyentes) y sólo en los podzoles, por iluviación, en el horizonte B (Ah
Bh).
w horizonte B de alteración, (de weathering =
meteorización) reflejada, con respecto al horizonte inferior, por: la arcilla
(alto contenido, formada in situ), y/o el color (más rojo o más pardo), y/o
la estructura (edáfica, no la de las rocas originales). Si en el material
original había carbonatos el B se puede formar simplemente por lavado de
estos carbonatos (hor. de enriquecimiento residual). Bw.
t acumulación de arcilla iluvial, (de textura, o
sea granulometría). Bt.
k acumulación de
carbonatos secundarios (k de kalcium). Llamado "ca" en otras
terminologías). En B (frecuente), en C (muy frecuentemente) y a veces en A
(Ak Bk Ck).y acumulación de yeso. Ay By Cy z acumulación de sales más solubles que el yeso (y + z = sa, en otras terminologías). Az Bz Cz. s acumulación de sesquióxidos, típico de los podzoles. Bs, también en los ferralsoles.
g moteado (abigarrado) por reducción del Fe.
Manchas de colores pardos/rojos y gris/verde. Hidromorfía parcial. Bg Cg y
más raramente Ag.
r reducción fuerte, como resultado de la
influencia de la capa freática, colores gris verdoso / azulados (hidromorfía
permanente, o casi). Cr Br.
m fuertemente cementado. Frecuentemente por
carbonatos (Bmk), pero en otras condiciones puede ser por materia orgánica
(Bmh), por sesquióxidos de Fe (Bms) o por sílice (Bmq)
b horizonte de suelo enterrado (paleosuelo) o
bicíclico (p.e. Btb), (de buried = enterrado).
Cifras sufijo
Se usan las cifras sufijos para
indicar una subdivisión vertical de un horizontes del suelo. El número sufijo
siempre va después de todas las letras símbolo. La secuencia numérica se
aplica solo a un conjunto de letras determinado, de tal forma que la
secuencia se empieza de nuevo en el caso de que el símbolo cambie (p.e. Bt1 -
Bt2 - Btg1 - Btg2). Sin embargo, una secuencia no se interrumpe por una
discontinuidad litológica (p.e. Bt1 - Bt2 - 2Bt3 - 2Bt4 - 3Bt5).
Cifras prefijo
Se usan las cifras prefijos,
para indicar discontinuidades litológicas, indican que el material que formó
el suelo no era homogéneo, (por ejemplo, suelo formado a partir de distintos
estratos sedimentarios superpuestos).
Para el estudio de los
horizontes ha de hacerse una completa descripción de sus características
morfológicas, en el campo, junto a un completo análisis de sus propiedades
físicas y químicas, en el laboratorio.
En líneas generales los datos se refieren:
al medio ambiente en el que se encuentra el
suelo: localización geográfica, roca, relieve, vegetación y uso, clima,
drenaje,...)
a los horizontes en sí mismos. Con datos de campo
(espesores, textura, estructura, color, consistencia,... y límite) y datos
del análisis del suelo en el laboratorio: análisis físicos (granulometría,
retenciones de agua, densidades,...), químicos (materia orgánica, N,
CaCO3,...), fisicoquímicos (pH, capacidad de cambio iónico, Eh,
conductividad,...) y micromorfológico.
Con todos estos datos podrán establecerse
interesantes conclusiones acerca del la clase de suelo, de sus propiedades,
de su formación, de su fertilidad y de su uso más racional.
Se ha encontrado que el muestreo de suelos más
representativo del terreno a evaluar la fertilidad de suelo, que resulta más
preciso obtener 40 sub muestras para conformar una muestra compuesta.
3 Física
de suelos
El suelo
como sistema disperso
Tipos de arcilla
Textura de
suelo
Un experimentado edafólogo puede
determinar la textura
del suelo al campo con cierta seguridad, pero no a todos los suelos se les puede
apreciar a campo su textura. El
mineral textural puede estar obstruido por alta materia orgánica, óxidos de hierro, alumisilicatos amorfos o
de corto rango, y carbonatos.
La textura del suelo son las
relaciones relativas de los componentes texturales:
Más frecuentemente
reportados como porcentajes de la masa. Los métodos de laboratorio emplean
pretrataminetos químicos para cesar el efecto de la materia orgánica, óxidos
de hierro, aluminosilicatos amorfos o de corto rango, y carbonatos
Rocas
ígneas
Rocas ígneas, en geología, rocas
formadas por el enfriamiento y la solidificación de materia rocosa fundida,
conocida como magma. Según las condiciones bajo las que el magma se enfríe,
las rocas que resultan pueden tener granulado grueso o fino.
Las rocas ígneas se subdividen en dos
grandes grupos: las rocas plutónicas o intrusivas, formadas a partir de un
enfriamiento lento y en profundidad del magma; y las rocas volcánicas o
extrusivas formadas por el enfriamiento rápido y en superficie, o cerca de
ella, del magma.
Las rocas plutónicas, como el granito
y la sienita, se formaron a partir de magma enterrado a gran profundidad bajo
la corteza terrestre. Las rocas se enfriaron muy despacio, permitiendo así el
crecimiento de grandes cristales de minerales puros. Las rocas volcánicas,
como el basalto y la riolita se formaron al ascender magma fundido desde las
profundidades llenando grietas próximas a la superficie, o al emerger magma a
través de los volcanes. El enfriamiento y la solidificación posteriores
fueron muy rápidas, dando como resultado la formación de minerales con grano
fino o de rocas parecidas al vidrio.
Existe una correspondencia
mineralógica entre la serie de rocas plutónicas y la serie volcánica, de
forma que la riolita y el granito tienen la misma composición, del mismo modo
que el gabro y el basalto. Sin embargo, la textura y el aspecto de las rocas
plutónicas y volcánicas son diferentes.
Las rocas ígneas, compuestas casi en
su totalidad por minerales silicatos, pueden clasificarse según su contenido
de sílice. Las principales categorías son ácidas o básicas. La razón de ello
estriba en que proceden del enfriamiento de magmas con composición diferente
y mayor o menor enriquecimiento en sílice. En el extremo de las rocas ácidas
o silíceas están el granito y la riolita, mientras que entre las básicas se
encuentran el gabro y el basalto. Son de tipo intermedio las dioritas y
andesitas.
Arenisca
Granito
Roca caliza
Rocas
metamórficas
Rocas metamórficas, rocas cuya composición y textura originales han
sido alteradas por calor y presión. El metamorfismo que se produce como
resultado del movimiento y presión entre dos bloques rocosos recibe el nombre
de dinamometamorfismo o metamorfismo cataclástico y tiene lugar en fracturas
con movimiento (fallas) y produce trituración mecánica pero también calor por
rozamiento. El metamorfismo producido por el calor o la intrusión de rocas
ígneas recibe el nombre de térmico o de contacto. Finalmente hay otro tipo de
metamorfismo a gran escala, relacionado con la tectónica de placas y la
orogénesis y motivado por los aumentos de presión y temperatura cercanos a la
zona de colisión y subducción, que origina extensas zonas de rocas
metamórficas.
Hay cuatro variedades comunes de
rocas metamórficas que pueden provenir de rocas sedimentarias o de rocas
ígneas, según el grado de metamorfismo que presenten, dependiendo de la
cantidad de calor y presión a la que se han visto sometidas. Así, la lutita
se metamorfiza en pizarra a baja temperatura, pero si es calentada a
temperaturas lo suficientemente elevadas como para que se recristalicen sus
minerales arcillosos formando laminillas de mica, se metamórfiza en una
filita.
A temperatura y presión aún más
elevadas, se produce una recristalización completa, que da lugar a esquistos
o gneis, rocas en las que el alineamiento de las laminillas de mica produce
una textura laminar llamada foliación que se caracteriza por el aspecto
laminado o bandeado de la roca. En los esquistos, los minerales de color
claro (cuarzo y feldespato sobre todo) están distribuidos homogéneamente
entre las micas de color oscuro; el gneis, por el contrario, exhibe bandas de
color características. Entre otros minerales formados por recristalización metamórfica,
los silicatos de aluminio como la andalucita, la silimanita y la cianita son
lo bastante característicos como para ser considerados diagnósticos.
Entre las rocas metamórficas no
foliadas, las más comunes son la cuarcita y el mármol. La cuarcita es una
roca dura, de color claro en la que todos los granos de arena de una arenisca
se han recristalizado formando una trama de cristales de cuarzo imbricados
entre sí. El mármol es una roca más blanda y frágil de colores variados en la
que se ha recristalizado por completo la dolomita o la calcita de la roca
sedimentaria madre.
Rocas
sedimentarias
Rocas sedimentarias, en geología,
rocas compuestas por materiales transformados, formadas por la acumulación y
consolidación de materia mineral pulverizada, depositada por la acción del
agua y, en menor medida, del viento o del hielo glaciar. La mayoría de las
rocas sedimentarias se caracterizan por presentar lechos paralelos o
discordantes que reflejan cambios en la velocidad de sedimentación o en la
naturaleza de la materia depositada.
Las rocas sedimentarias se clasifican
según su origen en detríticas o químicas. Las rocas detríticas, o
fragmentarias, se componen de partículas minerales producidas por la
desintegración mecánica de otras rocas y transportadas, sin deterioro
químico, gracias al agua. Son acarreadas hasta masas mayores de agua, donde
se depositan en capas. Las lutitas, la arenisca y el conglomerado son rocas
sedimentarias comunes de origen detrítico.
Las rocas sedimentarias químicas se
forman por sedimentación química de materiales que han estado en disolución
durante su fase de transporte. La halita, el yeso y la anhidrita se forman
por evaporación de disoluciones salinas y la consiguiente precipitación de
las sales. En estos procesos de sedimentación también puede influir la
actividad de organismos vivos, en cuyo caso se puede hablar de origen
bioquímico u orgánico. Esto sucede, por ejemplo, con muchas calizas y
diversas rocas silíceas.
Sección de un suelo
En un suelo se pueden observar distintas capas. Cada capa tiene un
color, una textura y un contenido distinto de minerales.
Etapas de formación de un suelo
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